lunes, 15 de noviembre de 2010

El GPS interno

Maravilloso invento el GPS. El Global Positioning System (GPS) o Sistema de Posicionamiento Global es,  según Wikipedia,  un sistema global de navegación por satélite (GNSS) que permite determinar en todo el mundo la posición  en el espacio, de un objeto, una persona, un vehículo o una nave, con una precisión hasta de centímetros en el caso del GPS diferencial, aunque lo habitual son unos pocos metros.

O sea, nos da las coordenadas exactas de donde estamos y  los caminos por donde ir adonde queremos llegar.  Funciona por triangulación.

¿Qué ocurriría si se inventara un GPS que funcionara igual respecto de nuestro espacio interno?. Un GPS que nos indicara exactamente  por donde andan nuestras ideas y acciones,  si nos acercan o nos alejan de nuestro objetivo,  donde estamos y los caminos que podemos tomar para llegar a destino, independientemente del proyecto que estemos realizando? Un GPS que nos permitiera conservar el foco sin perdernos ni distraernos en medio de tanto ruido mental y tanto estímulo externo.

Un GPS interno que nos permita en todo momento saber en donde estamos parados, a que distancia de nuestro objetivo y si la dirección es correcta, ya sea referido a un proyecto particular o a nuestra vida en general?

La buena noticia es que ese GPS ya existe: es un dispositivo conceptual que, usando determinadas coordenadas nos da  la información precisa de lo que ocurre en nuestra cabeza, como funciona, cuando estamos desviados respecto del resultado que queremos, qué  cosas nos desvían,  como modificamos el rumbo, que atajos podemos tomar, etc.

El GPS interno también funciona por triangulación,  alineando  y cruzando tres parámetros: pensamiento, emoción y acción.      

Armar y hacer funcionar el dispositivo lleva un proceso con pasos definidos y un poco de tiempo.  Pero una vez armado funciona para siempre, no requiere baterías  ni mantenimiento. La fuente de alimentación es  ecológica, no genera gases tóxicos ni aumenta nuestra huella de carbono. Y es totalmente orgánica: está instalada en nuestras orejas y se llama “escucha activa”.
GPS interno: Generador de Pensamiento Sustentable.


jueves, 16 de septiembre de 2010

ShowMatch o TEDx?,


La otra pata de la sustentabilidad

Desde distintos ámbitos dedicados a la ecología y al concepto de Sustentabilidad, se plantea siempre la pregunta  sobre qué mundo le vamos a dejar  a  nuestros hijos y en general a las próximas generaciones. Y creo que es una pregunta válida en la dirección de generar las acciones necesarias.
Los sucesivos desastres ecológicos (el desprendimiento de hielo en Groenlandia, los incendios en Rusia, las inundaciones en el sudeste asiático etc.) abonan esta pregunta.

A nivel local, hace dos años la presidente CFK vetó la ley de Glaciares (decreto Nº 1837/2008) que había sido aprobada casi por unanimidad en ambas cámaras. A pesar de los esfuerzos actuales de algunos diputados, la ley sigue sin salir.
Algunas semanas atrás el bloque del PRO no dio quórum para el tratamiento de la  misma ley.  Tanto una como otros se declaran “defensores del medio ambiente”, y  han creado sendos ministerios y secretarías de Protección Ambiental. Decir y hacer en veredas opuestas. 

Otros hechos  hacen pensar en la pregunta inversa: que hijos le estamos dejando al  planeta?
   
Hoy Show Match ocupa todas las pantallas, en todos los canales, todo el tiempo, y donde el único tema es hablar de otros. Y lo único que importa es la imágen. Cero ideas, cero contenido.

A principios del otoño hubo un evento importante en términos de desarrollo de ideas: el TEDx Buenos Aires que congregó a 20 expositores de las más diversas disciplinas. Y que en estos días cuenta con dos ediciones en Argentina: el TEDxBuenosAires y el TEDxRiodelaPlata mas las versiones locales. Gente de todo el mundo que se reúne para difundir ideas y fogonear el placer de pensar en la dirección de Hacer Futuro. Una gota de agua en medio de tanto desierto. 

Ante estos hechos actuales,  preguntarnos como será el mundo futuro parece una pregunta estéril. No sabemos como será el mundo futuro, así como hace 50 años era imposible imaginar que el mundo de hoy incluiría  Internet, los celulares  o las computadoras portátiles.  Sí sabemos que las acciones en la realidad de cualquier tiempo, dependen de las ideas y de los humanos que las sustentan, y estos pre-existen a las acciones.
También supimos antes y ahora, que el planeta NO necesita de los humanos para existir; ni siquiera de la vida como la conocemos. Los dinosaurios desaparecieron, el planeta no.
Y aunque los humanos desaparezcamos de la faz de la tierra, el planeta a lo sumo irá mutando y permitiendo diferentes modos de vida. O no. La continuidad del planeta no está en riesgo (al menos no por la acción humana), aunque lo llenemos de agujeros, lo contaminemos con cianuro, basura real o intelectual   y otras lindezas.
 Pero la inversa no es cierta: si o si, la continuidad de nuestra existencia como humanos depende directamente de la  existencia del planeta en determinadas condiciones.

Y ahí es donde  importa  la pregunta inversa:
¿Qué clase de humanos le estamos dejando al planeta? ¿Qué clase de líderes estamos formando? ¿con qué valores? ¿Con que ideología? ¿con qué forma de pensar?    Show Match o TEDx?

Cambiar el enfoque tal vez nos pone mucho mas cerca de cambiar la realidad futura, porque obliga a empezar ya,  atendiendo a qué clase de personas estamos generando desde la  política,  la economía,  las ciencias en general y fundamentalmente desde la educación y la formación ética de las acciones diarias. 

Pretender cuidar el planeta para las generaciones futuras sin considerar que clase de humanos estamos formando,  parecería garantizar mas de lo mismo.
Tal vez,   si sumamos ambos enfoques (que planeta queremos legar a las próximas generaciones   y que clase de  humanos  son necesarios para conservar el planeta en condiciones de habitabilidad),  podamos  pasar de la idea  unidireccional de “impacto” ambiental negativo,  a una realidad de cooperación sustentable entre dos clases de seres vivos: el planeta y nosotros.



viernes, 13 de agosto de 2010

Señora…. ¿Presidente o Presidenta?.


Publicado en Mujeres de Empresa en diciembre de 2007
Enlace para acceder a la nota completa:
ttp://www.mujeresdeempresa.com/sociedad/071201-presidente-o-presidenta.asp

  Es un hecho histórico. Por primera vez, en la Argentina una mujer llega a la Presidencia de la Nación  por votación directa.  Y junto con el punto de inflexión que este hecho marca , comienzan a hacerse evidentes algunas señales que muestran “eso” que tenemos tan arraigado y que empieza  muy saludablemente a no ser posible disimular. 

El Presidente saliente, en su amable discurso hacia los invitados,  se dirigió muy circunspectamente  a “los Presidentes de Latinoamérica”. Y cuando lo dijo, algo le sonó mal porque se quedó un poco cortado e hizo un silencio, como si sintiera que estaba excluyendo a alguien. Y tuvo necesidad de aclarar: Presidentes y Presidentas.

El gesto sonó simpático,  y  seguramente fue hecho desde la mejor intención. Aunque no era idiomáticamente necesario. 

 El  Presidente Kirchner tuvo necesidad de aclarar, de lo que es posible inferir que el Presidente sintió lo mismo que sentimos las mujeres cuando  habitualmente en un discurso (científico, religioso, político, o cualquiera) se usa el masculino plural para hablar de toda la humanidad poniendo en acto la ecuación  Hombre = hombre.

Ecuación  muy distinta a Humanidad = hombres + mujeres.

 Y ese gesto es una buena señal. ¿de que?  De que se empieza a percibir socialmente  eso tan sutil  que por ser habitual se siente como natural…..  y no es natural.    

 Un gesto mínimo que a la vez resume algo tan enorme como varios miles de  años de historia: los espacios de poder han sido históricamente masculinos,  y esto está internalizado al extremo que aún cuando el idioma nos permite utilizar un término que  representa poder e incluye a los dos sexos,  tal como es el término presidente,  tenemos necesidad de aclarar, e inventamos un neologismo ahí donde no es idiomáticamente necesario.

Y digo tenemos, porque esa necesidad no  es exclusiva del Presidente Kirchner. Todos los medios hablan de Presidenta, y no creo que sea por falta de información gramatical. Y no está bien ni mal, solo muestra algo: Cuando se tiene tanta necesidad de  inventar un término que no sería necesario, tal vez es porque se está hablando de otra cosa.

 ¿Por qué no alcanza con decir  “La Presidente”?

 La respuesta  no es obvia: hay una ecuación que mediante este recurso se intenta desarmar:  Presidente = hombre.

 Desde esa ecuación imaginaria, no se puede ser presidente si se es mujer.   Entonces, si se es mujer y presidente debe haber algo que marque la diferencia. Aunque la lengua  y la Constitución autoricen  a hablar de Presidente en ambos casos.

Y esto es lo que señala el neologismo: un recurso del imaginario social…que a la vez que soluciona…..se hace trampa. Se hace trampa ahí donde parece encontrar solución.

 Al inventar el término “Presidenta”, cede en las palabras  y convalida que  “Presidente”  solo puede ser un hombre.

Y,  ceder en las palabras,  es ceder en el terreno mas Sutil, y por lo tanto  en el terreno mas poderoso.  Y  eso, siempre es  antesala de ceder en los hechos. 

Elina Duprat

sábado, 7 de agosto de 2010

Tecnologías ocultas: El pensamiento Crítico*

Virginia APGAR y el Punto Arquimédico.


Cuenta la leyenda que Arquímedes, orgulloso por su descubrimiento de la palanca, exclamó: ¡dadme un punto de apoyo y moveré el mundo!
La idea, en realidad, es que una tarea aparentemente imposible puede lograrse, incluso con poco esfuerzo, si se da con el punto de ataque apropiado, el punto arquimédico en el que apoyar nuestra palanca.

Puede que para un problema concreto no exista tal punto, o puede que sea muy difícil de encontrar. Pero ha habido muchas ocasiones en las que una pequeña fuerza ha conseguido mover el mundo. Un ejemplo es el que voy  a contar aquí.

Cuando nace un bebé en cualquier hospital del mundo, una enfermera examina inmediatamente cinco cosas: Apariencia, Pulso, Gesticulación, Actividad y Respiración. Da una puntuación máxima de dos puntos por cada una y obtiene un número del uno al diez: el APGAR. Si usted tiene hijos pequeños, seguro que le suena esta palabra, y a lo mejor hasta recuerda la “nota” que sacaron al nacer.

Pocos saben, sin embargo, que APGAR no es en realidad un acrónimo, sino el apellido de la inventora de este sencillo baremo. Su historia encierra varias moralejas interesantes y  para apreciarlas, tenemos que remontarnos a mucho tiempo atrás.

A principios de los años 50 la mortalidad materna había descendido enormemente, pero no podía decirse lo mismo de la infantil. En los EE.UU., uno de cada 30 bebés a término moría durante el parto. El dato apenas había mejorado en un siglo.

Y aquí entra en escena nuestra protagonista. Virginia Apgar había nacido en 1909, y se graduó en medicina en 1933. Fue una de las primeras mujeres que se especializó en cirugía en los EE.UU. Pero ser pionera tiene sus inconvenientes. Cuando acabó su residencia, su jefe, catedrático de cirugía de la Universidad de Columbia, le sugirió que se dedicara a otra cosa: por muy buena cirujana que fuera, a una mujer le iba a resultar muy difícil encontrar pacientes.

Apgar no era el tipo de persona que se desanima con facilidad. Aceptó el consejo y se hizo anestesióloga. Unos años más tarde, había conseguido que lo que era entonces una especialidad de segunda tuviera departamento propio en Columbia (dirigido por ella).

A lo largo de su carrera anestesió a más de 20.000 pacientes. Le gustaban especialmente los partos. Pero allí descubrió algo que la horrorizó. Según cuenta Atul Gawande:

Los bebés que tenían malformaciones, eran demasiado pequeños o que simplemente estaban azules y no respiraban demasiado bien se registraban en la lista de mortinatos, se dejaban allí donde no se les viera y se les dejaba morir. Se consideraba que estaban demasiado enfermos para sobrevivir. Apgar no lo consideraba así, pero no tenía autoridad para desafiar las convenciones establecidas. No era obstetra, y era una mujer en un mundo de hombres.

Fiel a su estilo, hizo algo mucho más eficaz que indignarse y culpar al establishment. Consiguió dar vuelta el sistema por una vía indirecta. Apgar inventó una escala que medía el estado de salud del recién nacido: dos puntos si estaba completamente sonrosado, otros dos puntos por llorar, dos por respirar de forma profunda y vigorosa, dos por mover los cuatro miembros y dos si el ritmo cardiaco superaba las cien pulsaciones por minuto.

Cuando se publicó esta escala tuvo un efecto revolucionario. Su sencillez hizo que se adoptara con muy poca resistencia. Pero el hecho de “medir el Apgar” obligaba a observar meticulosa y sistemáticamente a cada bebé. La condición de los recién nacidos dejaba de ser algo intangible y subjetivo. Y enseguida esos números empezaron a recopilarse y compararse. Los médicos empezaron a competir por tener los mejores registros.

Apgar, además, estableció que su test debía realizarse dos veces: una al minuto del nacimiento, otra a los cinco minutos. Esto hizo evidente que bebés con un Apgar espantoso en el minuto uno podían reanimarse con medidas sencillas y sacar un buen Apgar en el minuto cinco. Pronto se intentaron medidas menos sencillas y surgieron las Unidades de Cuidados Intensivos neonatales.

También la rutina del parto ordinario cambió, introduciéndose los procedimientos que se demostraba que mejoraban el Apgar: anestesia epidural, ultrasonidos prenatales, monitorización del latido fetal… docenas de ajustes e innovaciones que se han incorporado a lo que hoy se llama a veces el “paquete obstétrico”.

La escala de Apgar es muy poco impresionante. Comparada con los antibióticos o las transfusiones, parece una trivialidad. Y sin embargo, fue lo que marcó la diferencia: lo que consiguió reducir la mortalidad infantil después de muchos años de esfuerzos, y sin necesidad de comités ministeriales, leyes de reforma o aumentos de presupuesto. Dio con una clave que movilizó el sistema en la buena dirección con un esfuerzo mínimo: un punto arquimédico.

El test de Apgar es un ejemplo de lo que Neil Postman llamaba tecnologías ocultas: procedimientos tan poco “materiales” y a menudo tan simples, que seguramente no los calificaríamos de tecnologías, pero que producen efectos muchas veces de más largo alcance que las tecnologías “obvias” (como, en este caso, los antibióticos o las transfusiones) y con mucho menos esfuerzo, al actuar en puntos críticos del sistema.

PSEUDÓPODO
Este post es parte del blog: Pseudópodo - http://pseudopodo.wordpress.com/

* El pensamiento crítico 

sábado, 10 de julio de 2010

Y había dinosaurios vivos nomas.....


Dos falsos argumentos que entrampan la discusión por la ampliación de la ley de matrimonio civil.




Mas allá de la intencionalidad política que siempre  conlleva el ejercicio del poder, la gran mayoría de los argumentos que se despliegan hoy en contra de la ampliación de la ley de matrimonio civil tienen como base dos cuestiones anacrónicas, que en cada discusión (usadas inocente o maliciosamente)  toman diferentes formas  y es desde donde, a mi entender, queda entrampada la discusión.

Y son las siguientes:

  1. La “naturalización” de leyes  e instituciones sociales construidas desde la cultura.  Atribuir a la naturaleza lo que pertenece a la cultura.
  2. La confusión de dos conceptos distintos,  haciéndolos idénticos: confundir madre/padre biológicos con función materna/paterna.


  1. La “naturalización” de leyes  e instituciones sociales.

“El matrimonio es una institución natural que por su propia índole se ordena al bien de los cónyuges y a la procreación de la especie. Si es una realidad natural, jamás ningún legislador puede cambiarla. (sic) La nacion 080710”   ,dice una de las opiniones que mas se repiten en estos dias.

Por definición no existe el derecho natural como corpus de  leyes distintas a los derechos humanos básicos.  El derecho en tanto conjunto de leyes escritas, es una invención del ser humano  para regular las conductas. El derecho ubica un tercero, la ley, que actúa como referente en la resolución de un conflicto.    

El matrimonio no es una institución “natural”. El matrimonio tal como lo conocemos es un contrato político- social- económico y corresponde a un momento histórico, la Modernidad,  donde las identidades masculinas y femeninas fueron de modo excluyente construidas en relación con una división sexual del trabajo proveniente de la separación entre la esfera de lo público (producción) y la esfera de lo privado (reproducción) y la asignación de los varones a la primera y las mujeres a la segunda.

Este modelo político-social-económico y el tipo de subjetividades que en el se han constituido, generó como  co-relato un modo de relación particular entre hombres y mujeres, cuyos trabajos diferenciados se complementaron para la subsistencia, organizados en torno a un modelo: la familia nuclear. Modelo que define los roles, las expectativas en relación a cada uno y las leyes del contrato.

 La familia nuclear tradicional, tal como la conocemos, fue la base de ese momento político llamado Modernidad, donde uno de sus mitos centrales es la ecuación
Mujer = Madre.

Es en el momento actual,  momento político que conocemos como Posmodernidad, cuando van creándose otros modelos de familia, tales como las familias ensambladas, las familias monoparentales,  las familias adoptivas, las familias homoparentales, etc.

Hoy  la división sexual del trabajo es ya casi  inexistente,  ya que tanto hombres como mujeres participamos del trabajo productivo, aunque todavía no en condiciones de igualdad, aunque las mujeres todavía somos “necesarias” para la reproducción biológica, ya que aún las técnicas de fertilización asistida necesitan de una mujer y no solo de un útero.   Y esto nos mete de lleno en el otro punto.

  1. La confusión de dos conceptos distintos,  haciéndolos idénticos: confundir madre/padre biológicos con función materna/paterna.

"Los niños necesitan crecer en un ámbito donde hayan un padre y una madre para que puedan desarrollar adecuadamente su identidad sexual. No necesitan sólo de afecto sino también de tener una imagen de madre y de padre claras. (La Nación 080710)


Ovular, menstruar, concebir y amamantar,  son funciones biológica y exclusivamente  femeninas y solo pueden ser ejercidas por seres humanos biológicamente hembras.
Engendrar es una función biológica exclusivamente masculina. Y solo puede ser ejercida por humanos biológicamente machos.

Hasta ahí lo estrictamente biológico.  Es imprescindible? Si. Aún con toda la tecnología disponible, sin la biología  todavía no es posible crear un ser humano.

A partir del nacimiento de la cría humana comienza  otro ejercicio imprescindible para su desarrollo psico-físico-emocional y social: el de los roles maternos y paternos,  roles que, al igual que el trabajo productivo que mencionaba antes,   pueden ser ejercidos por personas de cualquier sexo u orientación sexual.


Cuales son roles maternos y cuales son roles paternos?

Roles maternos: alimentar, cuidar del cuerpo, higienizar, acunar. Todas aquellas acciones dirigidas a  cuidar, conservar, estimular y desarrollar  la vida física.

Roles paternos: instalación de límites, introducción al lenguaje, transmisión de valores culturales,  y todas aquellas acciones que permitan y fomenten el crecimiento  tendientes a que el/la niño/a desarrolle su identidad y  su autonomía.  

Y es desde la conjunción de esos roles que es posible para el/la niño/a  el desarrollo de una vida afectiva plena. Roles que permiten desarrollar cuerpo-mente-espíritu, envueltos en ese pegamento integrador imprescindible: el afecto, el amor.

Tanto la existencia del afecto como el ejercicio de los roles es independiente del sexo o la orientación sexual de quien los ejerce. Así vemos hombres que, por distintas circunstancias de la vida,  alimentan, cuidan, cambian pañales, bañan  a sus hijos, acunan o sea… ejercen roles maternos.

Y vemos mujeres,  por ejemplo las que crían solas a sus hijos, que además de cuidarlos físicamente, los educan, les transmiten valores, y los introducen en la sociedad, o sea ejercen roles paternos.

La mayoría de las veces coincide que la madre biológica u otra mujer es quien ejerce el rol materno. Pero a  veces no.  E igual se cumple el rol.
Muchas  veces coincide que el padre biológico u otro hombre es quien ejerce el rol paterno. Pero muchas  veces no.  E igual se cumple el rol.

Es así como a lo largo de la historia existieron y existen  seres heterosexuales, homosexuales y/o transexuales criando niños. A esta altura nadie discute que alguien como la famosa transexual Mariela haya criado con éxito varios niños hoy ya adultos. Pongo ese ejemplo porque  esa persona las tenía todas en contra: transexual, indocumentada, pobre, sola y aún así ejerciendo perfectamente los  roles materno y paterno.  

Que en una pareja homosexual nominalmente no habría un papá y una mamá? Es cierto. Pero Juan y Raul, o Maria y  Gabriela,  o tantos otros,  pueden ejercer perfectamente esos roles.

Y, si no hubiera tantos intereses relacionados con el ejercicio del poder sobre otros, desnaturalizar el conflicto y diferenciar estas dos cuestiones (biología y roles), permitiría zanjar la mayoría de los puntos de discusión. 

La pretensión de algunos sectores de discutir hechos de la post-modernidad, usando los parámetros anacrónicos de la modernidad y la pre-modernidad,  hace pensar que el objetivo tal vez sea otro distinto del bien-estar de las personas: tal vez lo que se pretenda al negar la igualdad de derechos a la diversidad de sexualidades, es seguir ejerciendo  el poder como hace siglos se viene denunciando: a través de controlar los cuerpos y las sexualidades de las personas.
Pero, como dijo Charly, es inevitable: antes o después, los dinosaurios van a desaparecer….


jueves, 3 de junio de 2010

LAS ECUACIONES FALSAS (I)


Diferente = inferior
  
  •  Los deslizamientos de sentido
  • La diferencia y el poder




Decir que, de acuerdo al principio de identidad  A = A,  parece una verdad de Perogrullo pero…. 
 
Si pensamos el imaginario social como el  universo de ideas, suposiciones, juicios, prejuicios, etc. que instituyen y constituyen a una sociedad, es imposible separar ese imaginario del problema del poder. Y cuando queremos aplicar el principio de identidad en  ese imaginario y el poder asociado…. ahí  Perogrullo empieza a encontrar otros peros.

Uno de los sentidos de la  palabra “poder”  permite entenderla como “la acción de afectar más de lo que se es afectado”,  y es así como desde el ejercicio del poder se producen deslizamientos de sentido que quedan incorporados en el imaginario colectivo e individual dando lugar a supuestas  igualdades que dan por resultado falsas ecuaciones.

Esas falsas ecuaciones finalmente  terminan pareciéndonos “naturales” e indiscutibles. 

Y peor aún: creemos que constituyen una  verdad.

Veamos un ejemplo: Si alguien menciona una escuela diferencial ¿en que pensamos? ¿En una escuela para genios?  Seguramente no. Inmediatamente pensamos en una escuela especializada en algún tipo de discapacidad;  automáticamente traducimos

 diferencial = diferencia en menos = inferior.  

 Y es así que en lugar de decir discapacitados  (visuales, motrices, auditivos, mentales, etc.) decimos personas con capacidades “diferentes”,  donde se da  por obvio aunque no se dice, que esa "diferencia" siempre es en menos. 

Aún cuando ser blanco sólo es distinto de ser negro, amarillo o rojo y sin que esa diferencia implique jerarquías,  hubo teorías, regímenes, dictaduras e ideologías en general que se empecinaron en demostrar  que blanco es superior a negro.   O lo que es lo mismo, negro inferior a blanco. No solo diferente.  Y por lo tanto nuevamente encontramos que  diferente = diferente  (equivalente a A = A) es convertido  por quien detenta el poder en diferente = inferior.

Y así podríamos seguir aplicando el mismo concepto respecto de   razas,  religiones, sexos y sexualidades  que implican diferencias pero que no comparten el mismo poder de la raza, la religión, el sexo  o la sexualidad dominante.

Es fácil  ver, si miramos  a lo largo de la historia de la Humanidad, lo que ocurrió y ocurre a aborígenes, mujeres, negros, indios, gitanos, judíos, homosexuales, etc. ,en quienes a la diferencia de raza, sexo o religión, que  debería implicar un reconocimiento de su “identidad única” en tanto humanos,  se la vistió con el ropaje de lo negativo de modo de ocultar la diferencia de poder,  generando así el nada inocente deslizamiento de sentido de “diferente” hacia “inferior”.  Y desde ahí justificar cualquier abuso de poder sobre ellos.

Gracias a este mecanismo de deslizamiento de sentido ejercido desde el poder de turno, incorporamos a nuestro imaginario estas falsas ecuaciones como si fueran verdades.

Detectar y de-construir estas falsas relaciones en nuestro propio pensamiento tal vez sea mucho más que un granito de arena  en la construcción de una sociedad mas justa, tolerante, inclusiva  y respetuosa de las distintas manifestaciones de lo humano. 

Y tal vez finalmente podamos reconocer en lo Diferente, alguien complementario y enriquecedor de nuestra propia humanidad.





















viernes, 21 de mayo de 2010

Mi socio es un amigo pero a veces …¡¡¡¡lo quiero matar!!!!!.

• Los problemas de relación más frecuentes.
• La importancia del trabajo interno.
• Las Cuatro Reglas Básicas de la Buena Convivencia.

                    
                                                                                      
En el sector emprendedor, hoy es bastante común buscar primero con quien hacer un emprendimiento y después decidir qué hacer. La típica reunión de amigos que se reúnen a charlar y/o fantasear sobre x tema mas o menos utópico y de ahí surge alguna buena idea que entusiasma, de a poco va puliéndose y finalmente alguno se anima a hacer la propuesta formal y ….ponerla en marcha.

En algunos casos he acompañado este proceso previo, en otros mi acompañamiento empezó cuando el proyecto ya estaba en marcha y en otros cuando ya había aparecido la famosa frase “tengo ganas de matarlo/a….”.
 En las empresas entre amigos ocurre algo parecido a las empresas familiares, donde hay un doble trabajo: además de desarrollar el proyecto, el cuidado de los vínculos es mucho mas delicado aún que en cualquier relación comercial, porque mas allá de los negocios es necesario preservar la amistad. Y, cuando se juntan afecto y negocios, eso no siempre es fácil y requiere cierta habilidad tanto de autoconocimiento como de relación y negociación.

Algunas de las dificultades típicas que suelen aparecer:
  • ¿Cómo le digo..? La dificultad de acordar reglas de funcionamiento, tanto respecto de plazos como de calidad del trabajo. Y si esas reglas se acuerdan, suele aparecer la imposibilidad “en nombre de la amistad” de exigirse mutuo cumplimiento. El miedo de “si pongo reglas y exijo que cumpla, o le muestro que no las esta cumpliendo, se va a enojar y voy a perder un amigo”. 

  • Me siento solo/a . Sentirse abandonado/a por los socios cuando el proyecto ya arrancó y no se puede dar marcha atrás. Ejemplo: Inicialmente dos o mas socios potenciales parecen entusiasmados con la idea, comparten una visión y parecen estar dispuestos a pasar a la acción. Cuando el proyecto arranca, en los hechos muchas veces es uno solo quien se mueve y hace que el proyecto avance y los demás están a veces sí a veces no o acompañan desde un menor compromiso. La queja mas común es: “esperaba apoyo y /o feedback de X, pero creo que para él/ella, el proyecto no tiene la misma importancia que para mi. Me siento muy solo/a” pero ya no puedo dar marcha atrás.

  • ¿De quien es la responsabilidad? Dentro del montón de requerimientos que implica un proyecto ambicioso que todavía está mas apoyado en una visión que en un resultado concreto, aparece la dificultad de decidir las responsabilidades de cada uno, (al principio parece que todos hacen todo), y la necesidad de que eso vaya decantando a medida que el proyecto empieza a “caminar”, de modo que cada uno asuma responsabilidades definidas, se comprometa con los plazos y se haga cargo de las acciones a las que se comprometió.

  • Difícil decisión. Cuando el amigo/socio no cumple su parte, y la incierta promesa de que “ya va a cumplir” es desmentida una y otra vez por la realidad, aparece la difícil elección entre la “lealtad al amigo” creyendo en su promesa o ... salvar el proyecto. 

  • La pelea siempre es por lo idéntico. La imposibilidad de reconocer en el otro en que “funcionamos igual” y en que “funcionamos distinto”. Funcionar bien en áreas iguales o diferentes, generalmente produce bastante sinergia. Funcionar mal en áreas diferentes no suele ser muy grave, porque los errores de uno, el otro los detecta. Lo catastrófico es cuando las dos personas funcionan mal en lo mismo (ej. Las dos postergan decisiones, las dos no respetan los plazos, las dos no reconocen los errores propios etc.). Esto inevitablemente conduce a discusiones centradas en “porque vos…”, “porque yo…” que se hacen interminables y muchas veces sin salida. En estos casos se produce un funcionamiento en espejo, que genera mucha tensión y malestar mutuo y suele ser una de las causas mas frecuentes de ruptura.
Aunque generalmente la gente dice “no vamos a tener problemas porque somos muy amigos”, la experiencia muestra que es conveniente tomar algunos recaudos. Además del diálogo permanente, el principal recaudo que evita la mayor parte de los problemas futuros es acordar, desde el inicio, unas pocas reglas claras de funcionamiento.
Más allá de los casos particulares, hay algunas reglas generales que, si se ponen en práctica, evitan muchos de estos malestares. Y son las siguientes:

1. Cruzar el decir con el hacer. O sea… hacer lo que dije que haría.
2. No postergar (decisiones, conversaciones, acciones, etc.)
3. No justificarme. Si no hice lo que dije, asumir la responsabilidad y reparar.
4. No culpar al otro de lo que salió mal y en lo posible reconocer cual fue mi cuota de responsabilidad en ese resultado.

Son reglas simples y tienen la enorme ventaja de que cumplirlas no depende de otros. Solo exigen un poquito de trabajo interno y ese trabajo interno va siempre en la dirección del crecimiento personal.
Y Vos, te reconoces en alguna de estas situaciones?



jueves, 13 de mayo de 2010

Criticame ... que me gusta





  • El atractivo  estructural de la falla
  • Un elogio a la crítica (constructiva o no)


Es un clásico que todo aquel que organiza algún evento, genera algún hecho, o desarrolla una actividad que implica la participación de otras personas inevitablemente será elogiado y criticado, en el mejor de los casos.

En general nos desagradan las críticas.  Pero…si critican o elogian es una señal de que vamos bien, por aquello de “ladran Sancho…”. La crítica siempre es un buen indicio: es una muestra de  interés,  ya que nadie se ocupa de criticar algo que no le afecta o interesa.  Y lo contrario de la crítica no es el elogio: lo contrario de los dos …es la indiferencia.

De acuerdo a como funciona nuestro cerebro  y en términos de polarización de la atención ¿A qué reaccionamos mas? ¿al elogio o a la crítica? 

Veamos un ejemplo:

Hace poco hubo un evento espectacular en Buenos Aires: el TEDx Buenos Aires, y en varios medios periodísticos y  páginas web de los organizadores y de otros hubo comentarios.   Tomo este caso para ejemplificar lo que digo  porque no hay dudas de que el TEDx Buenos Aires fue un evento maravilloso, de altísima calidad,  con una organización impecable y  con todo a favor.  Sin embargo…..

Los mayoritarios comentarios positivos no generaron respuestas, salvo alguna de agradecimiento  general dada por el/los dueño de los  blogs.

Los pocos comentarios negativos (críticos)  generaron respuestas en cadena.

Lo mismo vale  en cualquier  situación  y sobre cualquier tema.

Veamos la parte positiva de la cuestión: la crítica (constructiva o no) siempre  trae beneficios tanto para el que critica como para el criticado.

En que se beneficia el que critica sin aportar?   





Obtiene sus 30 segundos de fama: después de leer todos los comentarios críticos, es bastante fácil acordarse de los nombres de los que criticaron, ya que son nombrados en varias respuestas. No así los nombres de los que elogiaron, que figuran una sola  vez.

Entonces si alguien que no tiene mérito propio quiere hacerse visible….  con criticar es suficiente: criticando se hace visible.  Es un beneficio... de patas cortas, pero  beneficio al fin  en esta cultura en la que “el hacerse ver” (la imagen)  tiene tanta importancia.  

En que se beneficia el criticado?

En algunas culturas antiguas, una forma de “matar al enemigo” era …. dejar de nombrarlo, bajo el simple argumento de que “lo que no se nombra no existe”.

 La inversa también es cierta. Cuando mas nombrado es alguien o algo,  y no importa si bien o mal, mas energía convoca. Una prueba de ello es la existencia de algunos personajes de la televisión vernácula, que de otro modo no existirían. Existen porque… dan que hablar críticamente.

Pero, porqué  el apoyo o el elogio no genera la misma atención?.
Por un simple motivo: nuestra cabeza responde automáticamente a la falla.  El elogio exige más pasos “psíquicos”.
  
Muy habitualmente,  el que critica al que hace, o a lo que otro hizo, casi nunca ha hecho ni propuesto algo mejor, por lo que es muy fácil desarticular su argumento. Sin embargo, en lugar de “cortar por lo sano” haciendo evidente su posición, al ser criticados, la mayoría de las veces nos sentimos obligados a defendernos de la crítica y/o responder, dado que ese funcionamiento automático  ocurre tanto en el que critica como en el criticado: automáticamente la atención se polariza hacia lo que está mal, lo que falta, lo que falla. Y desde ahí, respondemos. 

Conviene evitar la crítica? No. Sería como “apagar la luz”,  perdiendo así una enorme fuerza ya que quien sin lugar a dudas  más se  beneficia es el criticado.

Entonces, ¿Se puede aprovechar en favor propio el enorme poder de la crítica? La respuesta es un rotundo SI  ya que, aunque hay algunos peligros también hay muchos beneficios.

Peligro 1: que la crítica nos “chupe”  hacia  situaciones secundarias  o poco importantes  y perdamos el foco que nos importa. 

Peligro 2: que  convirtamos la crítica en algo personal, entremos en la “pelea” y … necesitemos “defendernos”, perdiendo así el foco principal.  Por ejemplo,  responder desde la emoción, desde sentirnos ofendidos por acusaciones de diversa índole y en general  sentirnos obligados a  justificar lo que hicimos, aun cuando estemos seguros de haber hecho lo que  consideramos correcto..  

Peligro 3: que las críticas y las respuestas se conviertan en un objetivo en si mismas y perdamos de vista el objetivo a lograr (como ocurre en el Congreso de la Nación en estos tiempos, en que las críticas mutuas solo dilatan los tiempos de atender a lo importante… aunque tal vez ese sea el objetivo).

Beneficios:

1. la crítica  es un medidor del interés  que algo o alguien despierta.   
2.  Sea constructiva o no, si el evento en cuestión genera reacción, la crítica contribuye a la  difusión de lo criticado.  
3. Responder de modo correcto a las críticas también sirve para difundir ideas y posiciones. Y hace visible la diferencia entre quien hace y quien solo critica. Esa respuesta agrega valor al primero.
4. Cuanto más injusta es la crítica, mas  emociones desata y  mas energía genera. Por lo tanto es mucho mayor el caudal de atención que se deriva hacia el evento o persona en cuestión. En ese caso, la crítica funciona como un “abono fertilizante” del evento.  El debate se realimenta a sí mismo y por lo tanto aumenta la energía circulante.
5. Cuando la crítica es constructiva, es una maravillosa fuente de aprendizaje.    

Entonces, reconsiderando el punto de vista de la crítica  podemos decir con total convicción:

Criticame…… que me gusta.


jueves, 6 de mayo de 2010

Frases que matan: Relación de dependencia


Las palabras tienen un poder oculto.
las palabras definen y dirigen la acción.
Empleado vs. Emprendedor: falsa dialéctica.


       V. empieza a trabar en una empresa porque “necesita un empleo”. Es una empresa pequeña, el entorno de trabajo es agradable, cálido y con una cultura que premia la iniciativa y el trabajo bien hecho.
Se siente a gusto, una de sus frases mas reiteradas dice “voy contenta a trabajar, nunca pensé que diría esto porque hubiera preferido trabajar sin cumplir horarios”.
Al poco tiempo comienza a aportar sus propios contactos a la empresa. Todos sabemos el valor que tiene una buena cartera de contactos: en este caso esos contactos y el trabajo de excelencia, permiten que la empresa aumente su penetración en el mercado, esa mayor penetración logra abrir nuevas oportunidades de negocios, lo que a su vez permite aumentar los ingresos de la compañía, lo que permite aumentar los sueldos y realimentar el círculo virtuoso.

Aunque está dicho ya mil veces vale la pena repetirlo: Así como nuestra realidad está definida y construida por lo que hacemos y no hacemos, cada una de nuestras acciones está dirigida desde lo que sentimos y pensamos.

Y lo que pensamos está reflejado en nuestro lenguaje.

Este trío siempre van juntos: Lenguaje --> sentimiento  -->  acción.

Por eso es lícito decir: hacemos lo que decimos ( y no lo que creemos que decimos) y/o lo que sentimos. Y cuando las tres están alineadas en la misma dirección, el éxito está asegurado.

¿Qué decimos cuando decimos “relación de dependencia”?

Habitualmente entendemos que es un trabajo que implica un sueldo que otro nos paga, o sea un empleo. Se sobre-entiende que la dependencia es económica y está contrapuesta al trabajo “independiente”, autónomo.
En la realidad esa frase, dice mucho mas que eso: define el lugar desde donde está armada la relación laboral y dice también cual es la relación posible: la dependencia.

En una relación de dependencia, una parte depende y se subordina a la otra; muy distinta de una relación que apuesta al crecimiento de ambas partes.

En una relación laboral de esta clase, la dependencia suele ser mucho más que económica, ya que el desarrollo personal y profesional depende de, además de la iniciativa personal, las posibilidades que brinde la empresa.

Que diferencia hay entre la mentalidad de un “empleado” (en algunos lugares se le sigue denominando “dependiente”) y un “emprendedor”?.

El primero generalmente se somete a una “relación de dependencia”, y pocas veces se siente incentivado u obligado a desplegar su iniciativa y creatividad mas allá de lo requerido por su puesto; el segundo, aun cuando dependa de un sueldo, genera su propio espacio dentro del lugar en el que se encuentre.

Un emprendedor es aquel que tiene su propio objetivo y en función de éste, arma su propio proyecto, esté donde esté y no importa en que área. Y aunque lo incluye, esto va más allá del dinero. Su proyecto puede ser lograr un mejor puesto, generar una nueva unidad de negocios en la empresa que trabaja, armar su propia empresa, cambiar de país o …su propia vida. A diferencia de un empleado pro-activo que puede tenerlo o no, un emprendedor siempre tiene un objetivo personal. Y en el mejor de los casos, ese objetivo implica su desarrollo personal.

Es en este sentido en el que cualquier persona puede ser un emprendedor. Es muy diferente “tener un empleo”, “trabajar en relación de dependencia” , que… “tener un trabajo con un objetivo que me permita desarrollar y aprovechar lo mejor de mi dentro de mi entorno laboral, familiar y social, sea dentro de una compañía grande o chica o en forma independiente.

Las empresas que consideran esto realmente ( y hago la salvedad porque en la teoría todas las empresas dicen considerarlo y en la práctica solo algunas lo hacen), logran que sus empleados, además de trabajar por un sueldo, aporten valor, generen ideas y a veces …nuevos negocios. Y en general den lo mejor de si.

El ejemplo del inicio parece utópico, pero no lo es. Es un ejemplo que tomé de la vida real de alguna de las personas que apostaron a invertir en su desarrollo personal. Hoy, un año después, esa persona “emprendedora” está en camino de abrir una nueva unidad de negocios para la compañía, obteniendo para sí, además del sueldo, una participación porcentual.

Entonces; ¿empleado o emprendedor? No son excluyentes.

Lo excluyente es la “relación de dependencia”, porque quien se relaciona desde ahí, queda excluido de su propia iniciativa, resolución y autonomía.