jueves, 16 de septiembre de 2010

ShowMatch o TEDx?,


La otra pata de la sustentabilidad

Desde distintos ámbitos dedicados a la ecología y al concepto de Sustentabilidad, se plantea siempre la pregunta  sobre qué mundo le vamos a dejar  a  nuestros hijos y en general a las próximas generaciones. Y creo que es una pregunta válida en la dirección de generar las acciones necesarias.
Los sucesivos desastres ecológicos (el desprendimiento de hielo en Groenlandia, los incendios en Rusia, las inundaciones en el sudeste asiático etc.) abonan esta pregunta.

A nivel local, hace dos años la presidente CFK vetó la ley de Glaciares (decreto Nº 1837/2008) que había sido aprobada casi por unanimidad en ambas cámaras. A pesar de los esfuerzos actuales de algunos diputados, la ley sigue sin salir.
Algunas semanas atrás el bloque del PRO no dio quórum para el tratamiento de la  misma ley.  Tanto una como otros se declaran “defensores del medio ambiente”, y  han creado sendos ministerios y secretarías de Protección Ambiental. Decir y hacer en veredas opuestas. 

Otros hechos  hacen pensar en la pregunta inversa: que hijos le estamos dejando al  planeta?
   
Hoy Show Match ocupa todas las pantallas, en todos los canales, todo el tiempo, y donde el único tema es hablar de otros. Y lo único que importa es la imágen. Cero ideas, cero contenido.

A principios del otoño hubo un evento importante en términos de desarrollo de ideas: el TEDx Buenos Aires que congregó a 20 expositores de las más diversas disciplinas. Y que en estos días cuenta con dos ediciones en Argentina: el TEDxBuenosAires y el TEDxRiodelaPlata mas las versiones locales. Gente de todo el mundo que se reúne para difundir ideas y fogonear el placer de pensar en la dirección de Hacer Futuro. Una gota de agua en medio de tanto desierto. 

Ante estos hechos actuales,  preguntarnos como será el mundo futuro parece una pregunta estéril. No sabemos como será el mundo futuro, así como hace 50 años era imposible imaginar que el mundo de hoy incluiría  Internet, los celulares  o las computadoras portátiles.  Sí sabemos que las acciones en la realidad de cualquier tiempo, dependen de las ideas y de los humanos que las sustentan, y estos pre-existen a las acciones.
También supimos antes y ahora, que el planeta NO necesita de los humanos para existir; ni siquiera de la vida como la conocemos. Los dinosaurios desaparecieron, el planeta no.
Y aunque los humanos desaparezcamos de la faz de la tierra, el planeta a lo sumo irá mutando y permitiendo diferentes modos de vida. O no. La continuidad del planeta no está en riesgo (al menos no por la acción humana), aunque lo llenemos de agujeros, lo contaminemos con cianuro, basura real o intelectual   y otras lindezas.
 Pero la inversa no es cierta: si o si, la continuidad de nuestra existencia como humanos depende directamente de la  existencia del planeta en determinadas condiciones.

Y ahí es donde  importa  la pregunta inversa:
¿Qué clase de humanos le estamos dejando al planeta? ¿Qué clase de líderes estamos formando? ¿con qué valores? ¿Con que ideología? ¿con qué forma de pensar?    Show Match o TEDx?

Cambiar el enfoque tal vez nos pone mucho mas cerca de cambiar la realidad futura, porque obliga a empezar ya,  atendiendo a qué clase de personas estamos generando desde la  política,  la economía,  las ciencias en general y fundamentalmente desde la educación y la formación ética de las acciones diarias. 

Pretender cuidar el planeta para las generaciones futuras sin considerar que clase de humanos estamos formando,  parecería garantizar mas de lo mismo.
Tal vez,   si sumamos ambos enfoques (que planeta queremos legar a las próximas generaciones   y que clase de  humanos  son necesarios para conservar el planeta en condiciones de habitabilidad),  podamos  pasar de la idea  unidireccional de “impacto” ambiental negativo,  a una realidad de cooperación sustentable entre dos clases de seres vivos: el planeta y nosotros.