jueves, 13 de mayo de 2010

Criticame ... que me gusta





  • El atractivo  estructural de la falla
  • Un elogio a la crítica (constructiva o no)


Es un clásico que todo aquel que organiza algún evento, genera algún hecho, o desarrolla una actividad que implica la participación de otras personas inevitablemente será elogiado y criticado, en el mejor de los casos.

En general nos desagradan las críticas.  Pero…si critican o elogian es una señal de que vamos bien, por aquello de “ladran Sancho…”. La crítica siempre es un buen indicio: es una muestra de  interés,  ya que nadie se ocupa de criticar algo que no le afecta o interesa.  Y lo contrario de la crítica no es el elogio: lo contrario de los dos …es la indiferencia.

De acuerdo a como funciona nuestro cerebro  y en términos de polarización de la atención ¿A qué reaccionamos mas? ¿al elogio o a la crítica? 

Veamos un ejemplo:

Hace poco hubo un evento espectacular en Buenos Aires: el TEDx Buenos Aires, y en varios medios periodísticos y  páginas web de los organizadores y de otros hubo comentarios.   Tomo este caso para ejemplificar lo que digo  porque no hay dudas de que el TEDx Buenos Aires fue un evento maravilloso, de altísima calidad,  con una organización impecable y  con todo a favor.  Sin embargo…..

Los mayoritarios comentarios positivos no generaron respuestas, salvo alguna de agradecimiento  general dada por el/los dueño de los  blogs.

Los pocos comentarios negativos (críticos)  generaron respuestas en cadena.

Lo mismo vale  en cualquier  situación  y sobre cualquier tema.

Veamos la parte positiva de la cuestión: la crítica (constructiva o no) siempre  trae beneficios tanto para el que critica como para el criticado.

En que se beneficia el que critica sin aportar?   





Obtiene sus 30 segundos de fama: después de leer todos los comentarios críticos, es bastante fácil acordarse de los nombres de los que criticaron, ya que son nombrados en varias respuestas. No así los nombres de los que elogiaron, que figuran una sola  vez.

Entonces si alguien que no tiene mérito propio quiere hacerse visible….  con criticar es suficiente: criticando se hace visible.  Es un beneficio... de patas cortas, pero  beneficio al fin  en esta cultura en la que “el hacerse ver” (la imagen)  tiene tanta importancia.  

En que se beneficia el criticado?

En algunas culturas antiguas, una forma de “matar al enemigo” era …. dejar de nombrarlo, bajo el simple argumento de que “lo que no se nombra no existe”.

 La inversa también es cierta. Cuando mas nombrado es alguien o algo,  y no importa si bien o mal, mas energía convoca. Una prueba de ello es la existencia de algunos personajes de la televisión vernácula, que de otro modo no existirían. Existen porque… dan que hablar críticamente.

Pero, porqué  el apoyo o el elogio no genera la misma atención?.
Por un simple motivo: nuestra cabeza responde automáticamente a la falla.  El elogio exige más pasos “psíquicos”.
  
Muy habitualmente,  el que critica al que hace, o a lo que otro hizo, casi nunca ha hecho ni propuesto algo mejor, por lo que es muy fácil desarticular su argumento. Sin embargo, en lugar de “cortar por lo sano” haciendo evidente su posición, al ser criticados, la mayoría de las veces nos sentimos obligados a defendernos de la crítica y/o responder, dado que ese funcionamiento automático  ocurre tanto en el que critica como en el criticado: automáticamente la atención se polariza hacia lo que está mal, lo que falta, lo que falla. Y desde ahí, respondemos. 

Conviene evitar la crítica? No. Sería como “apagar la luz”,  perdiendo así una enorme fuerza ya que quien sin lugar a dudas  más se  beneficia es el criticado.

Entonces, ¿Se puede aprovechar en favor propio el enorme poder de la crítica? La respuesta es un rotundo SI  ya que, aunque hay algunos peligros también hay muchos beneficios.

Peligro 1: que la crítica nos “chupe”  hacia  situaciones secundarias  o poco importantes  y perdamos el foco que nos importa. 

Peligro 2: que  convirtamos la crítica en algo personal, entremos en la “pelea” y … necesitemos “defendernos”, perdiendo así el foco principal.  Por ejemplo,  responder desde la emoción, desde sentirnos ofendidos por acusaciones de diversa índole y en general  sentirnos obligados a  justificar lo que hicimos, aun cuando estemos seguros de haber hecho lo que  consideramos correcto..  

Peligro 3: que las críticas y las respuestas se conviertan en un objetivo en si mismas y perdamos de vista el objetivo a lograr (como ocurre en el Congreso de la Nación en estos tiempos, en que las críticas mutuas solo dilatan los tiempos de atender a lo importante… aunque tal vez ese sea el objetivo).

Beneficios:

1. la crítica  es un medidor del interés  que algo o alguien despierta.   
2.  Sea constructiva o no, si el evento en cuestión genera reacción, la crítica contribuye a la  difusión de lo criticado.  
3. Responder de modo correcto a las críticas también sirve para difundir ideas y posiciones. Y hace visible la diferencia entre quien hace y quien solo critica. Esa respuesta agrega valor al primero.
4. Cuanto más injusta es la crítica, mas  emociones desata y  mas energía genera. Por lo tanto es mucho mayor el caudal de atención que se deriva hacia el evento o persona en cuestión. En ese caso, la crítica funciona como un “abono fertilizante” del evento.  El debate se realimenta a sí mismo y por lo tanto aumenta la energía circulante.
5. Cuando la crítica es constructiva, es una maravillosa fuente de aprendizaje.    

Entonces, reconsiderando el punto de vista de la crítica  podemos decir con total convicción:

Criticame…… que me gusta.


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